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jueves, 28 de julio de 2016

Madrid-Valencia / Energías que permiten volar solo.


Vuelves a encontrarte preparando la bicicleta. Vuelves a emprender un nuevo viaje en solitario en busca de más pastillas de cariño. Efervescente recuperación. Vicio sano esto del amor.

Extrañas sensaciones cuando recuerdas que no hace mucho renegabas de la soledad. Hoy vuelves a madrugar dando pedales, con rumbo pre fijado y con fechas dadas para aprovechar más la medicación.

Físicamente pedaleas solo. Moralmente ahora recuerdas que no.


En Valencia esperan tranquilos los amigos.Ahora es tiempo de observar a tu alrededor.

Un nuevo camino para un viaje de sobra conocido. Dejas las autopistas aparcadas. El viaje será más lento, durará mucho más te dicen. Divina elección.


Evitas parpadear. Te mueves por pasillos grises que te llevan a salas que cambian cada estación. Recorres un museo con cuadros pintados tras el duro trabajo del agricultor.


Extensos kilómetros. Etapa que termina con el trago del que se siente vencedor.


Amaneceres con filtros rojos tras la oscura exaltación. Animales nocturnos llamaron a la puerta sin tener invitación. Pocos... entienden que disfrutes con este tipo de confort.


Puentes que acercan caminos.


Construcciones que permiten la comunicación. Genio compositor, me llamaste por una intuición. Dos espejos, una canción.


Se esconden las sombras en las peores horas de calor. Preguntas al lugareño, él te indica dónde resguardarte del ahora temido Sol.


Eternos toboganes donde no ves el final. Las tardes ofrecen una tregua. Las liebres que te acompañan te recuerdan que la vida es jugar.


Segundos, minutos, horas que pasan. El Sol desaparece. Almendros te resguardan.


Amaneceres tempranos. Ayer pasaste el ecuador. Mediterráneo estás cerca. Campos teñidos en continua evolución.


Caminos paralelos que nada tienen que ver. Por el moderno llegas antes. Por el de siempre si te  cuentan lo que ves, dudarías de creer.


La moneda tiene dos caras. Rincones que se echaron a perder. Las prisas de la sociedad los abandonaron. Historias quedan en él. Artistas sin arte, tatuaros de esa forma vuestra piel.


Tres días tardaste en conectar Madrid y Valencia. Tres días que suman otra experiencia más. Contento, exaltado, emocionado de poderlo disfrutar.